martes, 22 de marzo de 2016

Slenderman vs Zalgo, el mal contra el mal

El inicio, capitulo 1.

Se han preguntado, ¿Qué pasaría si slenderman se enfrentara a Zalgo? Es decir ya hay muchas historias de esta batalla de titanes pero ¿Si se incluyera a los demás creepypastas? Una guerra que estos dos grandes lideraran, una tipo de guerra de ingenios. Asa es, los creepypastas más aterradores (Y dos que yo invente) se enfrentaran en una guerra el mal contra el mal.

La historia comienza en un bosque a las afueras de la ciudad, se pueden escuchar gritos y golpes a lo lejos de esta, parece que una batalla violenta se está formando dentro de este bosque.

Slenderman está en el suelo boca abajo, se trata de levantar pero llego Zalgo de repente y lo golpeo en la espalda.

-Ya hasta aquí llegaste Slendy, ¡Gane!

-¿En serio crees eso? Ni yo he podido matarme infeliz.

Slenderman saco sus tentáculos, golpeo fuertemente a Zalgo aunque no sé exactamente en donde ya que Zalgo no parece tener un cuerpo. Slenderman se levanto rápidamente, arranco un pino con todo y raíz y la arrojo hacia Zalgo, este recibió el impacto, cayó por un barranco bueno eso parecía pero de la nada se vio como una sombra subía desde el fondo del barranco hacia slenderman y salió debajo de este tirándolo en el acto, slendy volvió a levantarse y le arrojo sus tentáculos pero zalgo los tomo y los jalo, al estar cerca de el empezó a girarlos para luego soltarlos y slenderman se impacto contra una cueva, Zalgo se volvió a transformar en sombra debajo del suelo se desplazo, slenderman vio esto y uso sus tentáculos para treparse en la cueva, cuando zalgo salió a la superficie estaba confundido por no ver a su enemigo pero en ese momento slenderman se aventó de la cima de la cueva cayéndole a zalgo, slenderman golpeo con manos, pies y tentáculos a su adversario de una manera impresionante, pero en ese momento Zalgo volvió a esconderse debajo del suelo, cuando salió  estaba del otro lado mirando frente a frente a Slenderman, ambos al verse corrieron uno contra el otro con una gran velocidad, al chocar fue un impacto impresionante, ambos se separaron algo adoloridos.

-Ya basta Zalgo, es obvio que esta batalla será eterna, nunca podremos destruirnos uno al otro.

-Te doy la razón Slendy es inútil tratar, nuestras fuerzas son muy similares y siempre será así.

-Debe haber un modo, una manera de saber quién de los dos es el más fuerte.

-Tengo algo en mente.

-¿Qué?

-Mira, nosotros somos los más fuertes entre todos los fenómenos, pero no somos los únicos.

-Sigo sin entenderte.

-Deja término, ambos tenemos la fuerza pero no la misma inteligencia y él lo que vamos a probar.

-¿Cómo?

-Tenemos una semana a partir de hoy para reunir un equipo, un equipo de fenómenos que nosotros vamos a liderar.

-Creo que empiezo a entender pero ¿Crees que acepten?

-Ya veremos la forma de convérselos, solo unas cuantas reglas: Los equipos serán de siete fenómenos cada uno y tú y yo no podremos interferir físicamente.

-¿A qué te refieres?

-Yo no podre pelear contra ti o los tuyos y tu no podrás pelear contra mi o contra mi equipo, solo podremos decirles que hacer.

-Está bien, te veo en una semana con nuestros equipos y que gane el mejor.
Slenderman regreso a su cabaña, por suerte para tiene compañía.

-Hola Slendy-Dijo Sally con una voz tierna-

-Hola Sally, ¿Cómo estás?

-Bien Slendy pero, ¿Qué te paso? Estas todo sucio.

-Nada linda, ya sabes cosas del oficio, pero ¿De casualidad no has visto a ninguno de tus amigos?

-No, hace quince días que no veo a Jeft.

-No, ese no, ¿No tienes más amigos?

-¿Por qué no quieres a mi amigo Jeft?

-No es eso Sally, solo no me agrada y aunque así fuera no me ayudara con mi problema.

-De que estás hablando?
Slenderman le platico todo lo ocurrido a su casi hija, ella no podía creer lo que pasaba.

-Yo puedo ayudarte, después de todo soy uno de esos fenómenos que dices.

-No digas eso Sally, tu eres una pequeña niña como cualquier otra, además jamás de arriesgaría a ti.

-Gracias Slendy, pero entonces ¿Qué harás?

-No lo sé.

-Ahora que lo mencionas, cerca de mi casa estaba vagando una mujer con un reloj en el ojo, se hace llamar Clockwork, es una de nosotros y tal vez pueda ayudarte.

-Si, tal vez.

Mientras tanto en el castillo de Zalgo.

-Insane, ven aquí.

-Dime.

Zalgo le dijo todo a Insane quien acepto ser del equipo de Zalgo sin ninguna dificultad.

-Bien, pero a quien más debo incluir.

-¿Qué dices de Jeft the killer? Su fuerza se asemeja a la de slenderman y la tuya y podría ser un gran contrincante para él.

-¿Tú crees?

 -Sí y no creo que Slenderman lo piense incluir en su equipo, ellos se odian.

-Tal vez, Jeft the killer el mayor asesino de todos los tiempos.

Hasta aquí el capítulo de hoy chicos, como ven. ¿Creen que Clockwork acepte ser del equipo de Slenderman y Jeft the killer acepte pertenecer al equipo de Zalgo? ¿Quienes más serán elegidos para ser los representantes de cada uno?
Mañana miércoles 23 de marzo del 2016 subiré un nuevo capítulo, estén atentos.

lunes, 21 de marzo de 2016

Venger Adeline

Esta es mi segunda creepypasta, se puede decir que es la misma historia de Vanite Adelaide pero desde el punto de vista de Adeline, la hermana menor de Vanite. Pienso incluir a Adeline en mi proyecto de los creepypastas así como a Adelaide, espero y sea bien recibida entre los fans de este mundo y me ayuden a difundir la historia si es de su agrado.
                                            Venger Adeline

Creo que el hecho de no ser tan bonita como mi hermana me hace reflexionar si valgo la pena, ella es la preferida de mis padres y siempre me molesta aunque yo la quiero.

Adelaide es muy bonita y ella sabe lo que provoca en ciertos hombres eso es lo que no me gusta de ella, es un clásico estereotipo de una mujer débil que necesita del apoyo de su físico para superarse en lugar de su intelecto.

Hoy va a salir de nuevo, pero esta vez va más elegante de lo normal, la verdad me gusto su vestido rojo, yo solo tengo uno morado pero no importa de todas formas ya que dice mi hermana que no importa mucho el vestido, sino quien lo usa y yo no llenaría ese vestido.

Saben, a veces me gustaría ser como ella y poder salir tan noche para conocer todo lo que la noche tiene que dar, pero no puedo hacerlo ya que aun tengo 17 años y mi madre dice que aun no puedo hacerlo.

Hoy me desperté temprano con buenas intenciones, quise probarme el vestido que nunca me pongo y poder lucirlo aunque sea un día normal pero de repente sentí una respiración en mi cuello, era aterrador, voltee de inmediato y sobre mi escritorio había una especie de flor de plástico color azul, pero con pequeños pedazos de plástico sobre el tallo como tratando de simular espinas la iba a tomar pero llego mi hermana.

-Hola, ¿Cómo te fue Adeline?

-Me ha ido mejor, no hubo nadie interesante.

-Lo lamento hermana, oye no sé si te moleste pero quería saber si me ayudas a arreglarme, sé que no soy tan bonita como tu pero quiero intentar verme mejor de lo normal y yo…

- A ver Adeline, ¿Cómo te lo digo? Mira en toda familia debe haber una bonita ya sabes para llamar la atención esa por obvias razones soy yo, y debe de haber una hermana fea para que la otra resalte mas, ¿entiendes?

En ese momento solo corrí hacia mi habitación luchando contra las ganas de llorar, no entiendo que le sucede, siempre me trata mal y no entiendo porque, es como si me odiara pero yo nunca le he dado motivos, no entiendo como la aguanto y le sigo queriendo, a veces quisiera vengarme de ella y de todo sus insultos, por un día quiero ser el centro de atención y que ella vea lo mal que me siento al hacerme de menos, soy su hermana deberíamos querernos.

Entiendo a lo que se refiere, nunca me arreglo, solo uso blusas muy sencillas, mi clásico chaleco azul sobre esa playera blanca sin estampado, unos jeans de mezclilla azules y mis converse morados, nunca seré como ella.

Estaba acostada reflexionando lo que sucedió y se me ocurrió una idea, no necesito la ayuda de mi hermana, ella aprendió sola como arreglarse y puedo hacer eso mismo, buscare videos en internet y tutoriales de maquillaje, solo será para saber cómo arreglarme ya que aun creo que lo más importante de toda mujer es su intelecto y sus sentimientos.

Me puse mi vestido morado, me encanta porque es más largo de la parte de atrás que dé delante de las piernas, tiene un escote muy leve de corazón y pequeños brillos aunque no muchos y es lo que me gusta más ya que mi hermana es muy extravagante y yo pienso que lo más sencillo es mejor. Vi tutoriales y pensé en solo hacerme una trenza de lado sin maquillarme porque no tengo maquillaje y Adelaide jamás me prestaría los suyos, dice que esas cosas no se prestan.

Tengo que hacer las compras y se me hizo fácil salir tan bien arreglada aunque era de día y no había una razón aparente, todos se me quedan viendo y tengo algo de pena, no estoy acostumbrada a tanta atención tal vez me estén juzgando por usar algo así o no me peine bien y es lo que todos miran, definitivamente fue mala idea salir así además ahí viene Clarisse que me molesta tanto y su novio Alexis, seguro se burlaran de mi.

-Hola Adeline, veo que estas bien vestida hoy.-

-Ah, si es que quería vestirme bien hoy y…

-Ya no seas mala Clarisse, ¿Por qué no mejor la invitas a la fiesta? Se ve que se arreglara bien tomando en cuenta la hermana de quien es.

-Buen tal vez, pero te recuerdo que aunque la mona se vista de seda mona es y mona se queda. Te veo en mi casa hoy a las 9:00 p.m, o les pedirás permiso a tus padres.

-Claro que no Clarisse, te veré esta noche.

Solo Salí de ahí y fue al súper mercado para comprar lo que me mandaron, no puedo creer que me invitaran, digo fue de malas pero igual cuenta, después de todo Alexis me defendió y siempre me ha parecido muy lindo, tal vez yo le agrade.

No puedo arriesgarme, tuve suerte con este vestido y es lo mismo que usare esta noche, solo tomare el rizador de Adelaide sin que se dé cuenta, creo que saldrá esta noche y llegara hasta mañana ya que siempre que usa el vestido rojo llega hasta la mañana del día siguiente.

Salió desde las 7:00 p.m, tengo tiempo de arreglarme bien, tome el rizador y comenzó a rizarme el cabello como entendí que se hacía, lo lleve al lado izquierdo tratando de simular el estilo de Adelaide, bueno sin lo rubia, me puse unos zapatos de tacón negros que tome del cuarto de mi hermana y salí lo más rápido y silenciosa que pude, tome un taxi y le di la dirección de la casa de Clarisse.

Ya estoy en la fiesta no puedo creerlo, la casa de Clarisse es muy grande y bella y yo estoy en ella, todos me estaban mirando y ahora no es como antes, ya no me apena solo disfruto como todos están admirados al verme pasar. Oh no, ahí está Alexis y viene hacia aquí, diablos que nervios.

-Hola Adeline, que bien que llegaste y veo que te ayudo tu hermana a verte tan bien.

-Hola Alexis, no me ayudo mi hermana yo lo hice sola.

-Pues debe estar en tus genes, estas muy bella Adeline.
No sé qué decir, el es tan lindo y el simple hecho de hablarme ya es un alago para mi, rayos que le digo.

-Vamos a tomar algo Adeline, Clarissa tuvo que salir a arreglar unas cosas y me dejo a cargo de la fiesta.

-Está bien.

Conversamos un rato, bueno el hablaba y yo no podía dejar de verlo es tan lindo, cuando de repente tomo mi cintura con su mano derecha, yo voltee bruscamente mirando sus ojos, de verdad no podía creer lo que estaba pasando, el jamás se habría fijado en mi.

Me tomo de la mano y corrimos hasta la habitación de los padres de Clarissa, esta oscura, yo solo pude ver la cama, el se acerco a mi por atrás y escuche su respiración en mi oreja derecha, no sé porque pero en cuento sentí eso vino a mi mente la rosa azul que encontré en el escritorio, solo lo ignore ya que Alexis solo me giro y me dio un beso en los labios, de verdad no puedo creer que esto esté sucediendo, le seguí el juego porque no quiero que entere que no sé nada de esto.

Todo termino, yo estaba cansada y el también, pero ya no me hablaba solo estaba serio  mirándome del otro lado de la cama. De repente se rompió el silencio, la puerta del closet que estaba en la habitación se abrió y salió Clarisse con su teléfono, había gravado todo lo que había pasado esa noche.

-Eres una zorra Adeline, no puedo creer que todo saliera a la perfección, todos en la escuela sabrán la clase de persona que eres y tengo pruebas en mi teléfono, gracias Alexis no habría podido sin ti.

Yo solo voltee y vi a Alexis, es esta serio aun y no me puede ver a los ojos.

-Tú, ¿Cómo pudiste? Lo creo de clarissa pero tú, tú eres un maldito  Alexis, eres un maldito.

-Adeline espera yo…

No quise escuchar lo que ese falso tenía que decirme, ya decía yo que era demasiado bello para ser verdad, solo tome mis cosas y me fui, son coma las 2:00 a.m., me fui en un taxi de regreso a mi casa, en el camino no dije nada, solo luchaba contra las ganas de llorar, siempre me tratan mal, mi hermana, mis padres y toda la escuela a partir de mañana por el video de Alexis y Clarisse, ya no me queda nada, no quiero ir a la escuela mañana.

Lleque y me quede dormida pensando y llorando, que tal si me vengara, que tal si podía hacer pagar a los responsables de todo lo ocurrido. En ese momento escuche una risa que me asusto, de repente en el espejo que estaba en el techo sobre mi cama se lleno con un tipo de humo morado, hay una cara o algo parecido.

-Hola Adeline.

-¿Qué eres tú? ¿Qué quieres?

-Lo que importa es lo que tú quieres, quieres venganza y puedo ayudarte, Veras, tengo una guerra contra alguien y lo mas importante en una guerra son los soldados, te daré la capacidad de tener una fuerza y agilidad enormes, la belleza que siempre envidiaste de tu hermana, es mas esa belleza de la que tanto presume se le fue retirada hace unas horas.

-¿De qué hablas? Sabes que no me importa, no quiero esa belleza, quiero venganza pero no necesito tu ayuda para eso, yo misma lo hare.

-Mira niña, no volveré a ofrecer mi ayuda.

-No me interesa, no quiero tu ayuda.

Me quede dormida al instante, debió ser un sueño. El teléfono de la casa sonó, tengo miedo tal vez es un chico de la escuela que se quiere burlar de mi, mi madre contesto y fue a verme al instante, creí que me regañaría pero estaba preocupada, mi hermana esta en el hospital, ¿Que le habrá pasado?

Estamos en el hospital, resulta que mi hermana fue atacada en el hotel donde se hospedo a noche y fue un ataque brutal.

Ya llevamos seis horas en el hospital y lo único bueno de esto es que no tuve que ir a la escuela, aun así hubiera preferido ir si tan solo mi hermana estuviera bien, esta toda vendada de la cara, lo único que me temo es que no se recupere.

-Hola hermana, que bien que despertaste, ¿Cómo te sientes?

-Estoy bien Adeline, solo tengo algo de calor, ¿Cuándo me quitaran estas vendas?

- Ya en este momento, solo esperábamos a que despertaras.

El doctor le quito las vendas con cuidado, pero cuando se las quitaron mis padres y yo nos quedamos callados, la cara de mi hermana estaba llena de  cicatrices, me pidió un espejo y cuando se lo pasaron empezó a gritar.

Yo no sé qué hacer, ya lleva dos semanas en su habitación y no quiere verme, siempre me trata mal pero aun así la quiero.
Por fin salió de su habitación, la escuche salir pero tiene una máscara, es muy bonita pero aun así me preocupa.

-Hola hermana, que bien que saliste pero, ¿Ah dónde vas así?
La cara de Adelaide no se ve pero se ve muy extraña aun así, sus ojos están huecos.

-La vanidad te atrapa, la vanidad te ciega, la vanidad te mata y yo soy la vanidad.

Adelaide se quito la máscara y sus cortadas estaban abiertas y emanaban litros de sangre, de repente su máscara ya no estaba en su mano, ahora  era una cuchilla como de cierra eléctrica, era redonda. Ella me la aventó pero la pude esquivar, comencé a gritar y salieron mis padres.

Ella los miro y había una sonrisa macabra en su rostro, aventó su cuchilla y le dio en la frente a mi madre enterrándosela, yo solo la vi desangrar y no sabía qué hacer, ,i padre se aventó hacia ella tirándola al suelo, ella seguía peleando, yo quería llamar a la policía pero cuando voltee escuche un grito, era el de mi padre, ella lo mordió en la oreja y se la arranco, después de eso mi padre se levanto gritando más fuerte del dolor, Adelaide tomo la cuchilla de nuevo y la arrojo al pecho de mi padre, yo no podía hacer nada solo corrí a mi cuarto y lo cerré como pude, ella se acercaba, escuchaba como se burlaba de mi.
No lo pensé mucho, solo me avente de mi ventana que daba hacia la calle y caí en el pavimento, estaba muy adolorida y cansada ya que Adelaide me había golpeado la cara a parte el impacto del pavimento y mis piernas, me arrastre debajo de un auto y me quede ahí un buen tiempo hasta que me quede dormida.

Desperté en mi habitación,  me dolía mi rostro pero no era gran cosa, pero en el escritorio estaba la rosa de plástico azul con una nota que decía: Debiste aceptar mi ayuda, si hubieras aceptado habrías tenido la fuerza necesaria para matar a Adelaide y a los que te lastimaron, para que veas que no soy tan malo te dejo esta rosa, tómalo como una muestra de lastima maldita, ahora tu hermana está conmigo y ya no es Adelaide, ahora es Vanite Adelaide y no hay marcha atrás.

Ya han pasado dos meses y no entiendo nada, mi hermana lo tenía todo, mis padres la amaban, tenía el respeto de las personas en cambio yo, a mi me molestan, ya no voy a la escuela desde que mis padres murieron, bueno desde que mi hermana los mato, Alexis y Clarisse siguen molestándome, ya no soy como antes, solo quiero venganza, venganza por tantos maltratos, venganza por la muerte de mis padres, venganza por la broma tan pesada de Clarisse y Alexis. Ellos merecen morir, ellos merecen lo peor, Vanite, Clarisse, Alexis ese maldito que me dejo la nota.

Ahora han pasado seis meses, ya no me importa nada, mis padres están muertos y yo me sigo preparando para el día que vuelva a ver a Adelaide, ella será la primera que pruebe el filo de mi daga, ya al último dejare a los miserables de Clarisse y Alexis, los odio malditos pero mi hermana es prioridad, necesito una nueva identidad, no puedo salir así como así buscando a esa perra, ya se, usare el vestido que use la noche que comenzó todo, y que es eso, una máscara en forma de mariposa, pero ahí estaba la flor que me dio el desgraciado del espejo, 

ya no me importa, voy incluso a matarte a ti, ahora sé lo que eres Zalgo, parece imposible pero veré la manera de matarte igual, soy la ira, soy venganza, soy Venger Adeline y no descansare hasta vengarme de todos los malditos que me arrastraron a la oscuridad.

Este es el inicio de Venger Adeline, la eterna enemiga de Vanite Adelaide, ya son los personajes nuevos que incluiré en mi serie creepypasta, será la unión de muchos creepypastas famosos.



domingo, 20 de marzo de 2016

Vanite Adelaide

Hola chicos, esta es mi primer creepypasta y espero y les agrade ya que pienso crear una historia con los personajes más conocidos de los creepypastas y pienso incluir a estos nuevos personajes ya que me di cuenta que casi no hay personajes femeninos y en esta historia saldrá una que espero sea de su agrado y me ayuden a difundirla si es que les gusta, sin más por el momento comencemos.

 Vanite Adelaide

¿Alguna vez han sentido el deseo de tener algo? Algo que les sea imposible obtener y aun asa quererlo cada vez más. Esta es la historia de Adelaide, una mujer ambiciosa que hará todo por obtenerlo.
Adelaide es una joven mujer de 25 años de edad, ella es rubia con el cabello ondulado y largo, a simple vista se puede notar la gran vanidad que tiene y que su físico es lo más importante para ella.

Vive con sus padres y su hermana menor llamada Adeline de 17 años que no compartía los mismos gustos de su hermana, ella es muy inteligente y lo menos que le importa es su físico aun así ella es muy bella, aunque no tanto como Adelaide.

La razón más fuerte de la manera de ser de Adelaide es que por su físico los hombres pagan las cuentas de la mujer y es por eso que ella podía darse los lujos tan caros que se daba con tanta frecuencia. Suele vestirse lo mejor posible ir a los mejores lugares de Paris y buscar solteros que puedan costear sus lujosos gustos.

Una noche como cualquier otra fue a uno de los lugares que frecuentaba, se puso un vestido rojo largo y entallado con un escote en la espalda, unos zapatos dorados abiertos con tacones algo altos y su cabello hacia un lado, lo que no sabía es que esa noche seria el inicio del final de Adelaide como tal.

Se presento al lugar tan galante como siempre y disfruto cada mirada de los hombres que la observaban, al momento de sentarse en una silla frente a una mesa con dos asientos miraba atenta a todos con una mira coqueta, esa es tu táctica de siempre solo esperar a que alguien más llegue y se siente en el asiento vacío.
Habían pasado solo diez minutos y el mesero le llevo una rosa algo extraña pero hermosa a la vez, esta era de un material parecido al plástico de un color rosa pastel, aun así la belleza de esta flor la cautivo, atada a esta había una nota que decía: Este será tu futuro, no hay marcha atrás mi bella flor.

La joven se quedo pensativa mirando la flor cuando de repente se acerco un joven muy apuesto y le invito un trago y empezaron a conversar.
Eres muy bella mujer ¿Cuál es tu nombre?- Soy Adelaide cariño, disculpa la pregunta pero ¿esta flor me la mandaste tu? – No amor, yo acabo de llegar-Esta bien, no importa y ¿Cómo te llamas? Soy Carlos, vengo de España a conocer nuevos lugares y veo que tu eres de Francia- Así es, soy de aquí mismo de Paris.

La conversación seguía avanzando y al final solo se fueron al hotel donde Carlos estaba hospedado, pidieron una botella de vino y siguieron tomando, Adelaide nunca había tenido la necesidad de acostarse con ninguno de los hombres que seducía, solo su presencia bastaba para manipular sus sentimientos pero esta vez parecía diferente, Carlos estaba decidido a poseerla aun contra la voluntad de Adelaide.

Los tragos seguían avanzando y la borrachera de Carlos estaba por los aires, se quedo observando a la chica por unos segundos y se abalanzo hacia ella, Adelaide no sabía qué hacer, solo empujaba a Carlos pero él era más fuerte que ella.

Sin pensarlo mucho Adelaide tomo la botella de vino vacía y la arrojo hacia Carlos, le dio en el pecho y el cayó al suelo con la botella y esta se rompió rasguñándolo un poco,  Carlos lleno de ira tomo uno de los pedazos, tomo a Adelaide por el cuello y enterró el vidrio en su rostro haciendo presión en la mejilla y tirando de lado a lado por toda la cara.
Carlos: Ya no eres tan bonita. ¡Cierto!

Carlos tomo sus cosas y se fue dejando a Adelaide sangrando en la cama.

Cuando Adelaide despertó estaba en un hospital con vendas en el rostro, vio a Adeline a su lado y a sus padres hablando con el doctor, cuando Adeline se dio cuenta que Adelaide estaba despierta dio un grito de emoción y abrazo a su hermana.

Hola hermana, nos diste un gran susto, ¿Cómo te sientes?- Estoy bien Adeline, solo que tengo algo de calor, ¿Cuándo me quitaran estas vendas?- Ya en un momento, solo estábamos esperando a que te despertaras.

El doctor tomo unas tijeras y quito las vendas con cuidado, al terminar todos se quedaron serios y ella pidió un espejo en ese momento.

Al verse en el empezó a llorar y gritar-No puede ser, mi bello rostro-
Tenía cortadas por todos lados, su frente y su mejilla derecha estaban llenas de puntadas y sus bellas facciones estaban ocultas en cicatrices horribles.

Ya han pasado dos semanas y Adelaide no quiere salir de su recamara sigue deprimida por lo que paso y llena de ira y ganas de venganza hacia Carlos.

Esa misma noche estaba sentada en su cama, paralizada viendo el espejo y recordando su belleza pasada cuando de repente volteo repentinamente al sentir una respiración en su cuello y vio aquella rosa tan extraña y se quedo impactada, volvió a girar y vio en el espejo una especie de rostro con los ojos rojos y algo deformes.

Hola Adelaide, ¿Cómo estás?

-¿Quién eres tú? ¿Qué es lo que quieres?

-Tranquila flor, me llaman Zalgo.

-He oído de ti, pero tú no, no puedes ser real.

-Claro que lo soy, o ¿está loca a caso?

-Yo, no lo sé tal vez.

-Escucha Adelaide, se que algo te molesta, quieres venganza y tu belleza pasada.

-Tu, ¿Cómo sabes eso?

-Lo único que importa es que puedo ayudarte,

-No me importa tu ayuda, solo déjame en paz.

- ¿Segura? No volveré a ofrecer mi ayuda.

-¿Qué clase de ayuda?

-Voy a hacer un trato contigo, yo te devolveré parte de tu belleza pasada y la oportunidad de vengarte de aquel que te lastimo.

-Sé lo que eres y algo me pedirás a cambio, ¿Qué cosa quieres?

-Almas nuevas, necesito nuevas almas y un nuevo soldado y tu eres perfecta.

-¿Soldado?

-Digamos que estoy en una guerra y quiero ganarla y para eso necesito soldados, fenómenos y es algo en lo que te convertirás si aceptas.

-Pero dijiste que volvería a ser hermosa.

-Dije que te devolvería parte de tu belleza, mira este es el trato: Tu belleza regresara por el día, todas tus bellas facciones regresaran y todo será como antes, pero por las noches tu rostro volverá a ser como es ahora y una locura invadirá tu mente y tendrás ganas de matar y hacer sufrir a las personas, yo te puedo decir dónde encontrar a Carlos y esa locura te servirá para disfrutar al máximo tu venganza.

-Pero podre ser hermosa por un tiempo.

-Claro Adelaide, solo debes aceptar que yo sea el dueño de tu mente, solo en las noches no es nada malo.

Adelaide se quedo pensando un buen rato mientras miraba la flor, pensó lo dulce que sería la venganza y lo bello que sería volver a tener su belleza aunque sea un tiempo.

-Esta bien, acepto.

Zalgo empezó a reír de una manera siniestra y envolvió a Adelaide con una especie de nube rosa que salió del espejo, esta nube envolvió su rostro y al dejarlo fue hacia la cama y poco a poco fue formando una máscara color negro abierta del lado izquierdo excepto de la boca y parte de los ojos tipo antifaz.

-Esto es para las noches, necesitas tu belleza para atrapar a tus victimas y aun conservas tu hermoso cuerpo, cubre tu rostro con esta mascara en las noches y mándame las almas de tus victimas. Te daré tu primera víctima, ese famoso Carlos sé donde esta ve por el pequeña, no dudes en torturarlo.

-Pero mi belleza, me prometiste que…

-Tranquila niña, es de noche por eso tu belleza no está contigo, por eso usa esta mascara.

-Está bien, donde veo a ese maldito.

Cuando recibió las indicaciones tomo el mismo vestido con el que lo vio por primera vez, y llevo la máscara con ella.
Ya en el lugar vio rápidamente a Carlos, estaba coqueteando con una joven, solo le paso pasar cerca de él para que el la siguiera ya que a pesar que no se veía su rostro, aun tenía un cuerpo que deslumbraba con ese vestido entallado.
Fueron caminando hasta un callejón oscuro sin nadie cerca, de pronto los pensamientos de Adelaide se nublaron y fueron remplazados por una nube de sangre, solo quería matar. Empezó a reírse de una forma aterradora y le dijo:

-La vanidad te atrapa, la vanidad te ciega, la vanidad te mata… y yo soy la vanidad.

En ese momento se quito la máscara y las cicatrices de Adelaide se abrieron y se vio como si las heridas hubieran sido provocadas ese día, Carlos dio un grito y se cayó de la impresión, trato de irse pero ella lo tomo del pie aun en el suelo y lo jalo hacia ella, de alguna manera aquella mascara se transformo en una cuchilla de cierra eléctrica, lo tomo con fuerza y con el corto la garganta de Carlos, vio como se ahogaba lentamente en el piso y solo podía reír, ya no era Adelaide, ahora es… Vanite Adelaide.

Ya en el día no recordaba como llego a su casa, en su cama exactamente solo se volteo y vio la flor en el buro con una nota.

-Hace tiempo te dije que serias como esta flor, eres bella y esa belleza durara por siempre, todos los días, pero es falsa así eres tu ahora, un fenómeno y todas las noches lo serás, una bestia con ganas de sangre y todas las almas que reclutes serán mías.

Ella solo sonrió y pensó que todo este tiempo este había sido plan de Zalgo, el lleno de locura la mente de Carlos y ahora había poseído a ella.

-Ya no importa nada, no puedo matar a ese hijo de puta.

Ya es de noche y Adelaide no puede aguantar más, necesita sangre y debe buscarla, vio que la rosa de transformo en la máscara, la tomo y se la puso con el vestido, tenía que salir rápido pero al cruzar el pasillo encontró a su hermana.

-Adelaide, ¿A dónde vas así? Te pasa algo.
Ya no pudo aguantar más, la nube volvió solo vio a su Adeline y con una sonrisa macabra dijo:

-La vanidad te atrapa, la vanidad te ciega, la vanidad te mata… Y yo soy la vanidad.

En ese momento “Vanite Adelaide” golpeo a Adeline en el rostro y tomo la máscara que ahora era la cuchilla de cierra y la arrojo hacia ella, Adeline la esquivo y empezó a gritar, en ese momento salieron sus padres y fueron a auxiliarla, Vanite solo podía pensar en lo agradable que sería ver la sangre de sus padres y su hermana, tomo la cuchilla de nuevo y le dio a su madre quien cayó de inmediato ya que el impacto fue en la cabeza e hizo que muriera rápidamente, el padre solo pensó en proteger a Adeline y se aventó hacia vanite tratando de inmovilizarla, ella estaba contra el suelo y como pudo mordió la oreja de su padre arrancándola de un tirón, el se levando gritando cuando ella tomo la cuchilla que estaba clavada en la frente de su madre y la impulso hacia el pecho de su padre, en la confusión Adeline corrió hacia su recamara y la cerro como pudo, aun seguía adolorida por el golpe de su hermana.

-Adeline, no puedes escapar de mi- Dijo Vanite Adelaide en un tono burlón.

Adeline no podía pensar claramente, esta adolorida y triste por la muerte de sus padres y el comportamiento de su hermana cuando se le ocurrió salir por la ventana, eso hizo pero el salto de su recamara hasta la calle era muy riesgoso, después de pensarlo se arrojo y cayó en el pavimento, ya con pocas fuerzas se oculto debajo de un auto que era de sus vecinos y se quedo inconsciente.

Ya vanite estaba afuera de la casa, se canso de buscar a su hermana y mejor fue por otra víctima, la cuchilla era de nuevo la máscara y empezó a vagar.
Desde entonces Vanite Adelaide es esclava de Zalgo por las noches, la versión normal de ella se volvió loca y ya no le importa matar a quien sea, total ya mato a sus padres, que tiene que perder.

Espero que les haya gustado, sé que es nueva pero espero y sea de su agrado, estoy pensando en hacer una especie de recopilación de los creepypastas mas famosos y el de Adelaide vanite juntos, ya verán que les gustara.