lunes, 21 de marzo de 2016

Venger Adeline

Esta es mi segunda creepypasta, se puede decir que es la misma historia de Vanite Adelaide pero desde el punto de vista de Adeline, la hermana menor de Vanite. Pienso incluir a Adeline en mi proyecto de los creepypastas así como a Adelaide, espero y sea bien recibida entre los fans de este mundo y me ayuden a difundir la historia si es de su agrado.
                                            Venger Adeline

Creo que el hecho de no ser tan bonita como mi hermana me hace reflexionar si valgo la pena, ella es la preferida de mis padres y siempre me molesta aunque yo la quiero.

Adelaide es muy bonita y ella sabe lo que provoca en ciertos hombres eso es lo que no me gusta de ella, es un clásico estereotipo de una mujer débil que necesita del apoyo de su físico para superarse en lugar de su intelecto.

Hoy va a salir de nuevo, pero esta vez va más elegante de lo normal, la verdad me gusto su vestido rojo, yo solo tengo uno morado pero no importa de todas formas ya que dice mi hermana que no importa mucho el vestido, sino quien lo usa y yo no llenaría ese vestido.

Saben, a veces me gustaría ser como ella y poder salir tan noche para conocer todo lo que la noche tiene que dar, pero no puedo hacerlo ya que aun tengo 17 años y mi madre dice que aun no puedo hacerlo.

Hoy me desperté temprano con buenas intenciones, quise probarme el vestido que nunca me pongo y poder lucirlo aunque sea un día normal pero de repente sentí una respiración en mi cuello, era aterrador, voltee de inmediato y sobre mi escritorio había una especie de flor de plástico color azul, pero con pequeños pedazos de plástico sobre el tallo como tratando de simular espinas la iba a tomar pero llego mi hermana.

-Hola, ¿Cómo te fue Adeline?

-Me ha ido mejor, no hubo nadie interesante.

-Lo lamento hermana, oye no sé si te moleste pero quería saber si me ayudas a arreglarme, sé que no soy tan bonita como tu pero quiero intentar verme mejor de lo normal y yo…

- A ver Adeline, ¿Cómo te lo digo? Mira en toda familia debe haber una bonita ya sabes para llamar la atención esa por obvias razones soy yo, y debe de haber una hermana fea para que la otra resalte mas, ¿entiendes?

En ese momento solo corrí hacia mi habitación luchando contra las ganas de llorar, no entiendo que le sucede, siempre me trata mal y no entiendo porque, es como si me odiara pero yo nunca le he dado motivos, no entiendo como la aguanto y le sigo queriendo, a veces quisiera vengarme de ella y de todo sus insultos, por un día quiero ser el centro de atención y que ella vea lo mal que me siento al hacerme de menos, soy su hermana deberíamos querernos.

Entiendo a lo que se refiere, nunca me arreglo, solo uso blusas muy sencillas, mi clásico chaleco azul sobre esa playera blanca sin estampado, unos jeans de mezclilla azules y mis converse morados, nunca seré como ella.

Estaba acostada reflexionando lo que sucedió y se me ocurrió una idea, no necesito la ayuda de mi hermana, ella aprendió sola como arreglarse y puedo hacer eso mismo, buscare videos en internet y tutoriales de maquillaje, solo será para saber cómo arreglarme ya que aun creo que lo más importante de toda mujer es su intelecto y sus sentimientos.

Me puse mi vestido morado, me encanta porque es más largo de la parte de atrás que dé delante de las piernas, tiene un escote muy leve de corazón y pequeños brillos aunque no muchos y es lo que me gusta más ya que mi hermana es muy extravagante y yo pienso que lo más sencillo es mejor. Vi tutoriales y pensé en solo hacerme una trenza de lado sin maquillarme porque no tengo maquillaje y Adelaide jamás me prestaría los suyos, dice que esas cosas no se prestan.

Tengo que hacer las compras y se me hizo fácil salir tan bien arreglada aunque era de día y no había una razón aparente, todos se me quedan viendo y tengo algo de pena, no estoy acostumbrada a tanta atención tal vez me estén juzgando por usar algo así o no me peine bien y es lo que todos miran, definitivamente fue mala idea salir así además ahí viene Clarisse que me molesta tanto y su novio Alexis, seguro se burlaran de mi.

-Hola Adeline, veo que estas bien vestida hoy.-

-Ah, si es que quería vestirme bien hoy y…

-Ya no seas mala Clarisse, ¿Por qué no mejor la invitas a la fiesta? Se ve que se arreglara bien tomando en cuenta la hermana de quien es.

-Buen tal vez, pero te recuerdo que aunque la mona se vista de seda mona es y mona se queda. Te veo en mi casa hoy a las 9:00 p.m, o les pedirás permiso a tus padres.

-Claro que no Clarisse, te veré esta noche.

Solo Salí de ahí y fue al súper mercado para comprar lo que me mandaron, no puedo creer que me invitaran, digo fue de malas pero igual cuenta, después de todo Alexis me defendió y siempre me ha parecido muy lindo, tal vez yo le agrade.

No puedo arriesgarme, tuve suerte con este vestido y es lo mismo que usare esta noche, solo tomare el rizador de Adelaide sin que se dé cuenta, creo que saldrá esta noche y llegara hasta mañana ya que siempre que usa el vestido rojo llega hasta la mañana del día siguiente.

Salió desde las 7:00 p.m, tengo tiempo de arreglarme bien, tome el rizador y comenzó a rizarme el cabello como entendí que se hacía, lo lleve al lado izquierdo tratando de simular el estilo de Adelaide, bueno sin lo rubia, me puse unos zapatos de tacón negros que tome del cuarto de mi hermana y salí lo más rápido y silenciosa que pude, tome un taxi y le di la dirección de la casa de Clarisse.

Ya estoy en la fiesta no puedo creerlo, la casa de Clarisse es muy grande y bella y yo estoy en ella, todos me estaban mirando y ahora no es como antes, ya no me apena solo disfruto como todos están admirados al verme pasar. Oh no, ahí está Alexis y viene hacia aquí, diablos que nervios.

-Hola Adeline, que bien que llegaste y veo que te ayudo tu hermana a verte tan bien.

-Hola Alexis, no me ayudo mi hermana yo lo hice sola.

-Pues debe estar en tus genes, estas muy bella Adeline.
No sé qué decir, el es tan lindo y el simple hecho de hablarme ya es un alago para mi, rayos que le digo.

-Vamos a tomar algo Adeline, Clarissa tuvo que salir a arreglar unas cosas y me dejo a cargo de la fiesta.

-Está bien.

Conversamos un rato, bueno el hablaba y yo no podía dejar de verlo es tan lindo, cuando de repente tomo mi cintura con su mano derecha, yo voltee bruscamente mirando sus ojos, de verdad no podía creer lo que estaba pasando, el jamás se habría fijado en mi.

Me tomo de la mano y corrimos hasta la habitación de los padres de Clarissa, esta oscura, yo solo pude ver la cama, el se acerco a mi por atrás y escuche su respiración en mi oreja derecha, no sé porque pero en cuento sentí eso vino a mi mente la rosa azul que encontré en el escritorio, solo lo ignore ya que Alexis solo me giro y me dio un beso en los labios, de verdad no puedo creer que esto esté sucediendo, le seguí el juego porque no quiero que entere que no sé nada de esto.

Todo termino, yo estaba cansada y el también, pero ya no me hablaba solo estaba serio  mirándome del otro lado de la cama. De repente se rompió el silencio, la puerta del closet que estaba en la habitación se abrió y salió Clarisse con su teléfono, había gravado todo lo que había pasado esa noche.

-Eres una zorra Adeline, no puedo creer que todo saliera a la perfección, todos en la escuela sabrán la clase de persona que eres y tengo pruebas en mi teléfono, gracias Alexis no habría podido sin ti.

Yo solo voltee y vi a Alexis, es esta serio aun y no me puede ver a los ojos.

-Tú, ¿Cómo pudiste? Lo creo de clarissa pero tú, tú eres un maldito  Alexis, eres un maldito.

-Adeline espera yo…

No quise escuchar lo que ese falso tenía que decirme, ya decía yo que era demasiado bello para ser verdad, solo tome mis cosas y me fui, son coma las 2:00 a.m., me fui en un taxi de regreso a mi casa, en el camino no dije nada, solo luchaba contra las ganas de llorar, siempre me tratan mal, mi hermana, mis padres y toda la escuela a partir de mañana por el video de Alexis y Clarisse, ya no me queda nada, no quiero ir a la escuela mañana.

Lleque y me quede dormida pensando y llorando, que tal si me vengara, que tal si podía hacer pagar a los responsables de todo lo ocurrido. En ese momento escuche una risa que me asusto, de repente en el espejo que estaba en el techo sobre mi cama se lleno con un tipo de humo morado, hay una cara o algo parecido.

-Hola Adeline.

-¿Qué eres tú? ¿Qué quieres?

-Lo que importa es lo que tú quieres, quieres venganza y puedo ayudarte, Veras, tengo una guerra contra alguien y lo mas importante en una guerra son los soldados, te daré la capacidad de tener una fuerza y agilidad enormes, la belleza que siempre envidiaste de tu hermana, es mas esa belleza de la que tanto presume se le fue retirada hace unas horas.

-¿De qué hablas? Sabes que no me importa, no quiero esa belleza, quiero venganza pero no necesito tu ayuda para eso, yo misma lo hare.

-Mira niña, no volveré a ofrecer mi ayuda.

-No me interesa, no quiero tu ayuda.

Me quede dormida al instante, debió ser un sueño. El teléfono de la casa sonó, tengo miedo tal vez es un chico de la escuela que se quiere burlar de mi, mi madre contesto y fue a verme al instante, creí que me regañaría pero estaba preocupada, mi hermana esta en el hospital, ¿Que le habrá pasado?

Estamos en el hospital, resulta que mi hermana fue atacada en el hotel donde se hospedo a noche y fue un ataque brutal.

Ya llevamos seis horas en el hospital y lo único bueno de esto es que no tuve que ir a la escuela, aun así hubiera preferido ir si tan solo mi hermana estuviera bien, esta toda vendada de la cara, lo único que me temo es que no se recupere.

-Hola hermana, que bien que despertaste, ¿Cómo te sientes?

-Estoy bien Adeline, solo tengo algo de calor, ¿Cuándo me quitaran estas vendas?

- Ya en este momento, solo esperábamos a que despertaras.

El doctor le quito las vendas con cuidado, pero cuando se las quitaron mis padres y yo nos quedamos callados, la cara de mi hermana estaba llena de  cicatrices, me pidió un espejo y cuando se lo pasaron empezó a gritar.

Yo no sé qué hacer, ya lleva dos semanas en su habitación y no quiere verme, siempre me trata mal pero aun así la quiero.
Por fin salió de su habitación, la escuche salir pero tiene una máscara, es muy bonita pero aun así me preocupa.

-Hola hermana, que bien que saliste pero, ¿Ah dónde vas así?
La cara de Adelaide no se ve pero se ve muy extraña aun así, sus ojos están huecos.

-La vanidad te atrapa, la vanidad te ciega, la vanidad te mata y yo soy la vanidad.

Adelaide se quito la máscara y sus cortadas estaban abiertas y emanaban litros de sangre, de repente su máscara ya no estaba en su mano, ahora  era una cuchilla como de cierra eléctrica, era redonda. Ella me la aventó pero la pude esquivar, comencé a gritar y salieron mis padres.

Ella los miro y había una sonrisa macabra en su rostro, aventó su cuchilla y le dio en la frente a mi madre enterrándosela, yo solo la vi desangrar y no sabía qué hacer, ,i padre se aventó hacia ella tirándola al suelo, ella seguía peleando, yo quería llamar a la policía pero cuando voltee escuche un grito, era el de mi padre, ella lo mordió en la oreja y se la arranco, después de eso mi padre se levanto gritando más fuerte del dolor, Adelaide tomo la cuchilla de nuevo y la arrojo al pecho de mi padre, yo no podía hacer nada solo corrí a mi cuarto y lo cerré como pude, ella se acercaba, escuchaba como se burlaba de mi.
No lo pensé mucho, solo me avente de mi ventana que daba hacia la calle y caí en el pavimento, estaba muy adolorida y cansada ya que Adelaide me había golpeado la cara a parte el impacto del pavimento y mis piernas, me arrastre debajo de un auto y me quede ahí un buen tiempo hasta que me quede dormida.

Desperté en mi habitación,  me dolía mi rostro pero no era gran cosa, pero en el escritorio estaba la rosa de plástico azul con una nota que decía: Debiste aceptar mi ayuda, si hubieras aceptado habrías tenido la fuerza necesaria para matar a Adelaide y a los que te lastimaron, para que veas que no soy tan malo te dejo esta rosa, tómalo como una muestra de lastima maldita, ahora tu hermana está conmigo y ya no es Adelaide, ahora es Vanite Adelaide y no hay marcha atrás.

Ya han pasado dos meses y no entiendo nada, mi hermana lo tenía todo, mis padres la amaban, tenía el respeto de las personas en cambio yo, a mi me molestan, ya no voy a la escuela desde que mis padres murieron, bueno desde que mi hermana los mato, Alexis y Clarisse siguen molestándome, ya no soy como antes, solo quiero venganza, venganza por tantos maltratos, venganza por la muerte de mis padres, venganza por la broma tan pesada de Clarisse y Alexis. Ellos merecen morir, ellos merecen lo peor, Vanite, Clarisse, Alexis ese maldito que me dejo la nota.

Ahora han pasado seis meses, ya no me importa nada, mis padres están muertos y yo me sigo preparando para el día que vuelva a ver a Adelaide, ella será la primera que pruebe el filo de mi daga, ya al último dejare a los miserables de Clarisse y Alexis, los odio malditos pero mi hermana es prioridad, necesito una nueva identidad, no puedo salir así como así buscando a esa perra, ya se, usare el vestido que use la noche que comenzó todo, y que es eso, una máscara en forma de mariposa, pero ahí estaba la flor que me dio el desgraciado del espejo, 

ya no me importa, voy incluso a matarte a ti, ahora sé lo que eres Zalgo, parece imposible pero veré la manera de matarte igual, soy la ira, soy venganza, soy Venger Adeline y no descansare hasta vengarme de todos los malditos que me arrastraron a la oscuridad.

Este es el inicio de Venger Adeline, la eterna enemiga de Vanite Adelaide, ya son los personajes nuevos que incluiré en mi serie creepypasta, será la unión de muchos creepypastas famosos.



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